miércoles, 10 de octubre de 2012

EL LLAÜT, embarcación típica de las Illes Balears


El llaüt es una embarcación que no solo servia o sirve para pescar, es uno de los productos nauticos que tiene más aceptación entre los amantes de la pesca deportiva y la navegación costera de placer.
El llaüt es una barca de construcción artesana, concebida para navegar a vela y a remo, en un archipiélago en que el uso de estos elementos de propulsión se mantuvieron de forma más o menos habitual hasta hace bien poco, aunque fuera como auxiliares del motor. Hay que decir que durante la Guerra Civil, la navegación a vela fue la práctica más utilizada ya que la llegada del combustible en las islas era muy escaso. A partir del boom turístico es cuando la motorización de estas naves se hace de una manera más amena en nuestras aguas.

La concepción del llaüt era prácticamente como herramienta de trabajo. A principios del siglo XX eran pocas las personas que podian permitir tener una embarcación para hacerse a la mar en tiempo libre. Hoy en día, pero, principalmente la adquisición de este llaüt es principalmente para disfrutar del mar.

El llaüt tradicional es un pequeño barco de vela latina, de aproximadamente cuatro metros de eslora, que sostiene tres palos y que puede llegar a los siete nudos de velocidad. Su consistencia y estabilidad en el agua hacen de él una embarcación perfecta para todo tipo de actividades, como la navegación de entretenimiento o la pesca deportiva, y resistente a condciones meterológicas adversas.

Los primeros constructores de llaüts eran conocidos como "mestres d'aixa" y utilizaban maderas autóctonas para su elaboración. Hoy, la mayoria de las embarcaciones se construyen con nuevos materiales, como la fibra de vidrio, su precio es sensiblemente inferior, y con acabados de altísima calidad, como cualquier yate de lujo.

En la actualidad, el número de constructores ha descendido notablemente y su dedicación se centra sobretodo en la restauración de viejos ejemplares. De todas maneras, hay cursos de formación para evitar que el oficio caiga definitivmente en el olvido.

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