ARCHIPIÉLAGO DE CABRERA

Cuando nos la subvenciona el Consell de Mallorca, ésta, es una de las visitas que solemos hacer y que está relacionada con el elemento agua, tal y como ahora os explicaremos.

Este archipiélago constituye el mejor exponente de ecosistemas insulares no alterados del Mediterráneo español. Este Parque Nacional Marítimo Terrestre cobija importantes colonias de aves marinas, especies endémicas y uno de los fondos marinos mejor conservados de nuestro litoral.

Durante los siglos XIII y XIV la isla de Cabrera y su puerto natural era utilizado por piratas berberiscos como base desde donde atacar las costas mallorquinas. Por este motivo, ya en el siglo XIV, se construyó un castillo en la entrada del puerto. Este castillo evitaba que se usase el puerto como base pirata y permitía una mayor vigilancia de las aguas cercanas a Mallorca.

En el 1800 fueron enviados a la isla los prisioneros franceses. No existía en la isla ningún edificio utilizado como cárcel, sino más bien, la prisión era la propia isla.

A finales del siglo XIX, la isla de Cabrera pasa a ser propiedad privada. Los dueños, la familia Feliu (Feliu de Cabrera) intentan el cultivo de vid en la isla. Para ello construyeron una bodega, que se utiliza actualmente como museo.

La presencia militar desde 1916 evitó que en la zona se produjera una invasión turística, lo que ha permitido la conservación de este privilegiado ecosistema.

En su parte más larga, Cabrera tiene una longitud de unos 7 km. y unos 5 km. en la más ancha. Su cota máxima es la cumbre de Cabrera con 179 metros de altitud.

Para ir a Cabrera con embarcación propia es necesario solicitar un permiso de navegación a la dirección del Parque Nacional. Todos los recursos naturales están protegidos y por tanto no se permite la pesca deportiva, ni la caza, como tampoco se permite recolectar productos naturales, ni extraer ningún mineral.

   

Existen varios endemismos perfectamente adaptado a los rigores del clima mediterráneo: 

astrágalo de las Baleares (Astragalus balearicus)

Cabrera constituye un importante punto de escala en la ruta migratoria de más de 150 especies de aves, tanto en el paso primaveral como en el otoñal. Es vecina de las islas desde la gaviota de Audouin (Larus audouini).

Los fondos marinos también representan una parte muy importante del Parque, con más de 200 especies de peces y numerosos invertebrados endémicos.

Varias empresas ofrecen este desplazamiento al Parque Natural, incluyendo la visita al Castillo, al museo, a la playa y a la cueva azul “Cova Blava”. Se trata de una cueva natural excavada por la erosión del mar. Su fascinante color azul se debe a que recibe un porcentaje de luz solar mayor por debajo del nivel del mar.